quarta-feira, 13 de novembro de 2019

Hay siempre una luz al final del túnel




Alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los Cielos.”






Nosotros cambiamos durante las diferentes etapas de nuestra vida y nunca comprendemos, hasta que en una determinada noche vamos a dormir con un pensamiento formado sobre nuestra vida, y sin embargo al despertar, percibimos que estamos penando y viendo la vida de forma diferente. El espíritu también aprende mientras viaja por el mundo de los sueños. 

Existen muchos misterios entre el Cielo y la Tierra. Misterios que ningún hombre por más sabio que él sea, conseguirá descubrirlos todos. Somos partículas de una energía renovable. 

Y por más difíciles que sean los momentos que estamos viviendo, siempre es posible ver una luz al final del túnel.

Pero para ver esta luz, es necesario abrir nuestros ojos. El hecho es que, cuando estamos en dificultades casi siempre nosotros los cerramos, pensando que así vamos a disminuir nuestros sufrimientos. ¡Puro engaño! Es en las horas más difíciles de nuestra vida que necesitamos mantener los ojos abiertos y la mente dispuesta para encontrar un camino que nos lleve a la solución de los problemas. 

¿Cómo podemos observar el horizonte sin una visión optimista? 

Es necesario creer que allá en la distancia, existan puertos seguros que nos consolarán y nos devolverán la esperanza de días mejores.

Rozilda Euzebio Costa

Nenhum comentário:

Postar um comentário

Maturidade

  M A T U R I D A D E Se começa a crescer na maturidade a partir do momento em que se consegue extrair aprendizados das experiências vividas...